
JARIPEOS SON SANGRIENTOS
El exceso en el consumo de bebidas embriagantes sigue propiciando que en bailes, así como jaripeos, haya mucha "sangre" tras zafarranchos donde se golpean entre grupos rivales o de una comunidad contra otros de un poblado aledaño, siendo la falta de vigilancia el factor predominante.
Para organizadores de estos eventos, según relató el ejidatario Filemón García Naranjo del El Capulín del municipio de Rioverde, no les importa mucho lo relacionado a tener seguridad, o si la contratan 3 o 5 policías, mejor se orillan ante zafarranchos de más de 10 a 15 personas.
García Naranjo lamentó que los bailes y jaripeos en la zona Media dejaron de ser bonitos espectáculos familiares, ahora corre "sangre" por tanto pleito y no sólo entre hombres también hay muchas mujeres "bravas" a las que les gusta pelearse.
Subrayó el ejidatario de El Capulín que siempre el exceso en la venta de bebidas embriagantes sin importar incluso ser menores, ocurre en estos eventos donde ya no hay sana diversión, ahora es pura violencia.