Diario de las huatecas
Marchan catrinas por mujeres asesinadas

Marchan catrinas por mujeres asesinadas

Se caracterizaron de catrinas y lloronas, todo fue pacífico.



Por todas las que ya no están, por las que fueron arrebatadas de sus familias, las que son lloradas y extrañadas, por todas las víctimas de violencia, catrinas en Pachuca marcharon para exigir justicia para que el feminicidio no se haga tradición.

Con los ojos huecos y las miradas tristes, mujeres salieron a las calles, porque cada una ha conocido la violencia y la inseguridad en su día a día. Convocadas por la colectiva feminista Aquelarre Cihuacoatl, las catrinas invadieron la rotonda de los Hidalguenses Ilustres.

Ataviadas de diademas de flores, brillos en la cara y labios rojos, no por la alegría del reencuentro sino por el dolor que padecen quienes extrañan a Mariana, a Saraí, a todas aquellas mujeres que fueron asesinadas por su género, exigieron justicia.

La marcha no fue un festival, era un grito, uno muy alto para la paz de las mujeres, ellas, nosotras: todas, y es que tan solo en el año, los asesinatos violentos de mujeres suman 41, los feminicidios 20 y la violencia familiar ha incrementado a raíz del confinamiento. Las veladoras en las manos, significaron todas las voces calladas que ha cobrado el grado de violencia más letal, por ello mujeres caracterizadas de catrinas marcharon, cantaron, lloraron, porque todas juntas son más fuertes que ninguna. De regreso en la rotonda, colocaron su ofrenda como una forma de protesta para que no sean olvidadas y sirva para que las autoridades y la sociedad no solo les hagan justicia sino que garantice que lo que les sucedió no vuelva a repetirse con ninguna otra.

En el lugar fue abierto el micrófono para que las mujeres que quisieran hablar levantaran su voz, algunas narraron episodios de violencia que han vivido, otras manifestaron su inconformidad y otras más señalaron lo decepcionadas que están de las autoridades, la mayoría con visible enojo.

Cuando la tarde comenzó a enfriar y con el característico viento de Pachuca, las mujeres acomodaron la ofrenda con una petición, que nadie moviera algo, pues serán ellas mismas las que después hagan el retiro de las cosas para dejar la rotonda como estaba previamente.

Luego de eso, ninguna regresó sola, pues todas partieron acompañadas, porque expresaron que las calles de esta ciudad no tienen el mismo aire, todas temen que algo les suceda, por eso, vuelven todas de la mano, porque son más seguras entre ellas mismas.

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